
A veces me sorprende cuan alejados estamos de la realidad de nuestro país. Me sorprende y a la vez me alivia saber que nos hemos escapado de ella aunque más de una vez se nos hayan coleado, robado y tracaleado, pintándonos esa cara de guevón tan familiar para todos, colegas. Porque nuestra realidad es que no somos nuestro país, formamos parte de un grupo de automarginados o autoexcluídos ya sea por necesidad, por circunstancia, pero que al final es por nuestro propio bien.
En mi reciente visita, por razones de vida o destino llegué a un pueblecito, o más bien una visión poco agraciada de un pueblo del litoral que, aunque escondía una de las posadas más hermosas y mejor atendidas jamás vistas en mi desgraciado país, demostraba hasta donde ha podido llegar la ignorancia, el ignorado y esa flojera mental que no sólo nos limita el horizonte sino que nos maldice continuamente y nos deja programas de 9 horas todo los domingos.

Nunca me hubiera imaginado tal decadencia, sólo comparada con novelas de G.Marquez, y tan al alcance de la mano. Fui tan iluso en pensar que ya nosotros no eramos de esos... Quién se ocupa de esa gente? votan? estudian? y la más importante: hay gente? son gente? Si hay un concepto de almas perdidas estoy seguro que eso es lo más cercano. Son un ejemplo de supervivencia al extremo, cómo se puede vivir con tan poco y no morir en el intento... o mejor dicho, cómo puede ser abandonado, abandonarse a si mismo y aún así ser venezolano.
Disculpenme agua salobrenses, ustedes no tienen la culpa, sólo aumentan el peso del saco.

Sólo el alcalde agua salobrense fue capaz de dar la cara por su ineficacia al llevar un pueblo a la perdición. Ineficacia que por costumbre, sabemos que crece como los peces, dependiendo de la pecera donde vivan. Lo siento alcalde pero pagará las consecuencias de haber sido visto:

Fu Manchu
PD: Qué es la ignorancia y la indiferencia?
- Ni lo sé, ni me importa!