Poco tiempo bastara para que el espectador note la saturación y el lenguaje utilizado para esta campaña política que resulta en un desmejoramiento de las vías públicas y de la calidad de vida de sus habitantes.
Claro está, que esas publicidades pueden ser limpiadas y retiradas de la vista una vez que haya concluido el proceso de reforma este 2 de diciembre, pero en Venezuela hay una costumbre muy arraigada de dejar hacer, dejar pasar, que permite que aún hoy en día podamos ver una calcomanía del Tigre Eduardo Fernández en alguna pared grafiteada con un sutil “40 años de puntofijismo, abajo los Yankis y viva Fidel” perfectamente superpuestos.
Así que según estas fotos se pueda vaticinar que en tres elecciones más no habrá más espacio para poner más propaganda. Quizá será mejor hacer pancartas en globos inflables, zeppelins o forrar los semáforos. Más de uno le gustaría la idea.
Ya sabe apreciado lector, si va a manejar no lea y no vea para ningún sitio o los conos cromáticos de sus ojos serán devorado por los enanos rojos.
Gracias Totales!
El Máscara
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